El avión presidencial se fue de vacaciones casi un año y, como era de esperarse, no se vendió, pues no es cualquier cosa tener un aparato de esos afuera de su casa y tampoco es como para que cualquiera tenga para mantenerlo, por eso, y por la austeridad Repúblicana, es que el gobierno mexicano tampoco lo quiere.
Es por esa razón que Andrés decidió, entre otras cosas, poner a la venta el avión, pero el negocio le salió mal y ahora viene de regreso, por lo que ahora ya surgen muchas ideas de lo que se va a hacer con la aeronave.
Y es por eso que una de las opciones es ofrecerlo a empresarios, lo cual es lo más sensato, pero hay entre las ocurrencias, una idea, la de hacer una rifa entre el pueblo bueno para saber quién es el afortunado ganador del armatoste de miles de millones de pesos.
Si, parece broma, pero no lo es, Andrés Manuel ya dijo que son seis millones de boletos de a 500 pesitos cada uno, boletos que por supuesto, cualquier mexicano puede ganarse el avión, porque claro, cualquiera puede guardarlo en su casa, o ¿ustedes no?
Aunque la rifa se va a hacer con la Lotería Nacional y con lo más transparente surge una duda, ¿por qué los mexicanos tenemos que volver a pagar un avión que ya pagamos, por qué gastar doble por algo que, además, no vamos a poder usar porque es imposible que el pueblo bueno tenga los miles de dólares que cuesta una hora de vuelo en ese armatoste.
Parece chiste, parece que de nuevo nos quieren ver la cara, parece que el mandatario cree que en cinco minutos se nos olvidan las cosas, el avión se fue un año a gastar millones de pesos en estar estacionado siendo que aquí pudo quedarse gratis, pero eso no tenía impacto mediatico.
El avión tenía una misión y era transportar al presidente y si no lo va a hacer, que no sea bandera anticorrupción, porque ni se vendió ni tiene porque subsanar el boquete que está dejando tanto programa social. Si compran un boleto de la rifa acuérdense que primero hay que saber donde lo van a guardar.