Sin duda, el 2 de octubre de cada año es una fecha muy difícil para el imaginario colectivo, recordar aquella matanza le pone los pelos de punta a cualquiera, desde hace 51 años, ha sido una fecha difícil de olvidar y ni por no querer, sino por que no se repita esa masacre por parte del gobierno.
Este año no fue la excepción, puntual, los sobrevivientes de aquella matanza encabezaron la marcha, una marcha que no es para recordar, sino para no olvidar lo que esa fatídica tarde de octubre ocurrió en la plaza de las Tres Culturas.
Miles de mexicanos marcharon hombro con hombro para conmemorar la fecha, sin embargo, un puñado de violentos seres humanos, porque las personas no se comportarían así, decidieron reventar la marcha, apenas hace una semana hablaba del mensaje de impunidad que daban las autoridades.
El mensaje de la semana anterior fue claro, lo que no se esperaba era ese famoso cinturón de paz, compuesto por miles de ciudadanos, eso según el gobierno, pues la realidad es que se trató de puro trabajador del mismo gobierno a quienes obligaron a salir a hacer las veces de la Policia.
Muchos dirán que fue buena idea, que los encapuchados desistieron de agredir, pero en los hechos, fue la peor manera de arriesgar a miles de personas para aparentar que el gobierno no es represor, que es afín a las causas, que no nos quieran vender espejitos.
El hecho es claro, este gobierno de ocurrencias podrá hacer mil malabares y piruetas con tal de no perder los votantes, incluso podrá inventarse cinturones de amor contra los narcos, lo que es evidente que no puede, o quiere hacer, es una estrategia efectiva de gobierno.