Mucho ha hablado el presidente sobre el regreso opcional a las escuelas, ha dicho también que no van a obligar a nadie, sin embargo, los primeros obligados son los maestros, esos a quienes solo les pusieron una vacuna y de poca eficacia, y recién esta semana con la clasificación de la educación hizo lo que ya se esperaba, obligar a todos a que regresen a clase.
Y es que apenas hace un par de días en el diario oficial se publicó que se convertía en una actividad esencial la educación, es decir, que aun con semáforo en rojo, podrán regresar los alumnos a clases, sin importar lo que suceda, sin importar los contagios, sin importar que los menores sean los que están sufriendo ahora en la tercera ola.
Esta tercera ola ha atacado tanto a los menores como a quienes no han vacunado, pero claro, eso no lo ven los del gobierno porque lo que urge es que no haya más carencias y tengan que desviar el recurso de los programas sociales a ayuda humanitaria en general, es decir no quieren quitarles el dinero a sus clientes para dárselos al pueblo.
Y es que tal pareciera que desde que inició la pandemia el tema ha sido ver hasta cuanto va a soportar la sociedad, hasta cuándo va a soportar los servicios de salud precarios, y el desembolsar y desembolsar dinero en impuestos y otras cosas, para hacer frente a las irresponsabilidades del gobierno y la sociedad.
Como si se tratara de una chicanada, como dicen en la política, anunciaron casi casi en voz baja que la educación se hacía una actividad esencial, es decir que todos, alumnos y maestros, volvían a clases, casi sin avisarles porque no hay consenso, no hay seguridad y mucho menos certeza jurídica y sanitaria.
Serán los padres de familia los obligados a llevar a sus hijos a la escuela o si no, pues perderán el año y después habrá una evaluación para ver en qué grado inician. Esto quiere decir que si no los llevas no habrá opciones, no hay opciones, al menos no en la educación pública, ya no habrá modelos híbridos o a distancia.
No habrá más opciones que llevarlos con el riesgo de que no haya condiciones sanitarias y que a la vuelta del inicio de clases, se multipliquen los contagios a tal manera que un nuevo pico de la pandemia llegue a un nuevo record.
