Debemos de mantenernos en casa, el aislamiento social es una medida de contención de propagación de un virus que ya demostró ser mortal para los mexicanos. La tasa de letalidad global es de 6.9 por ciento, pero en México es cercana al diez por ciento.
En los grupos de poder hay un debate acerca del manejo de las cifras y el uso mediático que se le da a la pandemia, pero como pueblo no podemos perder de vista que lo principal es la salud de nuestros seres queridos y la propia.
Anoche se reportó un acumulado de 29.616 casos confirmados de Covid-19 y 2,961 defunciones, lo que refleja que se mueren diez de cada cien contagiados. Son las enfermedades crónico-degenerativas un factor que volvió a los mexicanos más vulnerables ante el coronavirus y, hay que resaltar la obesidad y mala nutrición.
Y en la víspera del pico de la pandemia en México se reportaba, en promedio un contagiado cada minuto. Mientras políticos de ayer y hoy se acusan mutuamente.
Hay que resaltar que luego de varias semanas, en el informe diario de la Secretaría de Salud se agregó el dato de “probable”, el cual se confirmaba o no, luego de la prueba Covid-19; sin embargo, hay registro de decesos a los que no se les aplicó dicho examen clínico, por lo que en sus actas de defunción se dejó como neumonía, de tal manera que no pasó a las estadísticas de la pandemia.
Una cosa es cierta, México no estaba preparado para una contingencia así; el Sistema Nacional de Salud estaba colapsado desde antes, cuando, ante la sospecha de corrupción se detuvo la compra de medicinas e insumos para clínicas y hospitales.
Desde el año pasado los pacientes de insuficiencia renal, cáncer y otras enfermedades se manifestaban porque el Gobierno Federal dejó de comprar lo que se necesitaba de material médico.
Era y es una realidad que en los hospitales los familiares de los pacientes tienen que salir a comprar hasta agua para tomar las medicinas. Ni los de antes quisieron resolver el probleba, ni los de ahora pueden.
Textualmente hay que decirlo: La mejor medicina es la prevención, comer sanamente y mantener una actividad física constante. La solución está en nosotros, porque como ya nos dimos cuenta, ni este gobierno ni los anteriores pueden con lo que un pueblo decidido logra. ¡Vámos México! ¡Cuídate!
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