/ viernes 24 de julio de 2020

Cuotas para los cuates en la 4T

La designación de Jorge Arganis Díaz Leal, al frente de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, tiene una vertiente especial.

Se trata de un antiguo colaborador del entonces jefe de gobierno Andrés Manuel López Obrador.

De hecho, Arganis estuvo bajo el mando del secretario de Obras de esa época en la capital, César Buenrostro.

A la llegada de Marcelo Ebrard al viejo Palacio del Ayuntamiento, continúo todo el sexenio como director general de Obras.

Arganis también tuvo un importante paso en el sector privado, en particular en el Grupo ICA, como secretario particular de Bernardo Quintana Arrioja.

Su llegada a la SCT no es casual, y no sobra decir que se trata de uno más de los cercanos al Presidente.

Con esto, el mandatario incurre en una contradicción más de lo que en su momento criticó a otros sexenios: “cuotas para los cuates”.

Y es que antes de este cargo, Arganis fungió como director general de Infraestructura de Desarrollo de Petróleos Mexicanos (Pemex).

Casualmente, coincidió en la paraestatal con el amigo personalísimo del Presidente, el director de la misma, Octavio Romero Oropeza.

Durante su paso por Pemex, Arganis estuvo como encargado del proyecto de construcción de la nueva refinería en Dos Bocas, Tabasco.

Ninguna duda hay que el nuevo secretario es un incondicional del Presidente, no fue así el caso de Jiménez Espriú.

En su carta renuncia, el hoy ex secretario argumentó un “diferendo” con el Ejecutivo Federal.

La razón fue haber despojado a la SCT de sus funciones eminentemente civiles en materia de puertos, al trasladarlas a la Secretaría de Marina.

Jiménez Espriú lamentó no haber podido transmitir al Presidente su preocupación sobre la “grave trascendencia” de esa medida para el futuro del país.

Así se confirmó el cambio de estafeta adelantado ayer en esta columna.

PROSPECCIÓN… El Presidente López Obrador anunció que ya se dio el enganche para la compra del polémico avión presidencial “José María Morelos y Pavón”. ¿Qué dirán los visionarios que compraron un boleto para la rifa de la aeronave que no se rifará? ¿Pensarán que fue un fraude?

Twitter: @JoelSaucedo

saucedosj@yahoo.com.mx

La designación de Jorge Arganis Díaz Leal, al frente de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, tiene una vertiente especial.

Se trata de un antiguo colaborador del entonces jefe de gobierno Andrés Manuel López Obrador.

De hecho, Arganis estuvo bajo el mando del secretario de Obras de esa época en la capital, César Buenrostro.

A la llegada de Marcelo Ebrard al viejo Palacio del Ayuntamiento, continúo todo el sexenio como director general de Obras.

Arganis también tuvo un importante paso en el sector privado, en particular en el Grupo ICA, como secretario particular de Bernardo Quintana Arrioja.

Su llegada a la SCT no es casual, y no sobra decir que se trata de uno más de los cercanos al Presidente.

Con esto, el mandatario incurre en una contradicción más de lo que en su momento criticó a otros sexenios: “cuotas para los cuates”.

Y es que antes de este cargo, Arganis fungió como director general de Infraestructura de Desarrollo de Petróleos Mexicanos (Pemex).

Casualmente, coincidió en la paraestatal con el amigo personalísimo del Presidente, el director de la misma, Octavio Romero Oropeza.

Durante su paso por Pemex, Arganis estuvo como encargado del proyecto de construcción de la nueva refinería en Dos Bocas, Tabasco.

Ninguna duda hay que el nuevo secretario es un incondicional del Presidente, no fue así el caso de Jiménez Espriú.

En su carta renuncia, el hoy ex secretario argumentó un “diferendo” con el Ejecutivo Federal.

La razón fue haber despojado a la SCT de sus funciones eminentemente civiles en materia de puertos, al trasladarlas a la Secretaría de Marina.

Jiménez Espriú lamentó no haber podido transmitir al Presidente su preocupación sobre la “grave trascendencia” de esa medida para el futuro del país.

Así se confirmó el cambio de estafeta adelantado ayer en esta columna.

PROSPECCIÓN… El Presidente López Obrador anunció que ya se dio el enganche para la compra del polémico avión presidencial “José María Morelos y Pavón”. ¿Qué dirán los visionarios que compraron un boleto para la rifa de la aeronave que no se rifará? ¿Pensarán que fue un fraude?

Twitter: @JoelSaucedo

saucedosj@yahoo.com.mx