Ante la aparición del coronavirus en algunos países -que ya ha cobrado la vida de algunas personas-, no solamente nos enfrentamos con este riesgo de salud a nivel mundial, sino también a la desinformación por medio de las redes sociales.
Se les llama fake news. Todos sabemos que existen y que difunden información falsa. Las encontramos principalmente en Twitter y Facebook. Causan desorientación o datos erróneos que pueden provocar comportamientos equivocados a la hora de enfrentar cualquier emergencia.
Estamos viviendo momentos de preocupación por la aparición de un nuevo coronavirus detectado en China, hay alertas por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de los gobiernos para estar atentos y en caso de algún indicio hay que actuar con prontitud dando aviso a las autoridades de salud.
Hace dos días, un mensaje de twitter señalaba que había una persona contagiada de coronavirus en una clínica del IMSS en San Luis Potosí. Tuvo que ser desmentido. El mensaje era verdaderamente exagerado, decía que todos los doctores se habían puesto cubrebocas para no contagiarse y que el hospital había sido desalojado.
De inmediato las autoridades de salud aclararon que era falsa la información, pidieron a la ciudadanía prudencia con este tipo de información falsa.
Sobre este tema también escribió Juan Ramón de la Fuente, Embajador de México ante las Naciones Unidas y ex Secretario de Salud, quien destaca que las fake news son un nuevo enemigo porque no falta quienes buscan provocar pánico por la situación del coronavirus y recalca que México cuenta con recursos humanos e instituciones muy capaces.
Es importante que existan más campañas de información sobre el coronavirus y medidas de prevención. Y siempre revisar las fuentes de la información para verificar si son ciertas.
Entre las recomendaciones que aporta la Secretaría de Salud están lavarse las manos frecuentemente, estornudar cubriéndose con el ángulo del brazo, no escupir y no tocarse la cara con las manos sucias, acudir al médico si se tienen padecimientos respiratorios (fiebre mayor a 38 grados, dolor de cabeza, dolor de garganta, escurrimiento nasal, entre otros) y consumir frutas y verduras, sobre todo amarillas y verdes para reforzar las defensas del cuerpo.
Es responsabilidad de todos estar atentos a cualquier indicio. No se vale jugar con la salud o provocar pánico solo por jugar, porque está en nuestras manos vidas humanas.
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