/ martes 15 de septiembre de 2020

Corrupción y decepción en la 4T

La falta de resultados en los diferentes programas de trabajo implementados por la administración federal puso a la “Cuarta Transformación” en el ojo de huracán público nacional; al decepcionar a propios y extraños, ante el incremento de inseguridad, la libre actuación del crimen organizado y, la creciente y lastimosa corrupción que vivimos, la cual es vista por la sociedad en general como desconocimiento de los servidores públicos e impunidad. Tal situación pone hoy a México con una calificación negativa donde la percepción de corrupción empeoró en lo que va del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, se evalúa al país considerado más corrupto al descender del lugar 102 al 121 en el índice de Derecho del mundo Proyecto de Justicia (WJP).

En los últimos dos años de la administración morenista las crecientes y constantes denuncias que han tenido varios funcionarios del actual gobierno y la falta de instrumentos reales para combatir este mal desencadenaron entre la mayoría de los mexicanos una idea negativa respecto al mal actual de la autoridad federal .

Los resultados de este índice reflejan la ausencia de sanciones firmes para los grandes casos de corrupción conocidos por la opinión pública. Sin acciones sistemáticas para desmantelar las redes de corrupción, será difícil que México mejore en las evaluaciones internacionales sobre corrupción e impunidad. El reporte recomienda para México: asegurar la correcta implementación del Sistema Anticorrupción en todo el país.

Durante mucho tiempo, muchos creímos que la corrupción era parte de la “herencia maldita” del PRI, que había gobernado a México por décadas. Sin embargo, con la alternancia política y la aparición de gobiernos provinciales de distintos partidos políticos en municipios, estados y el gobierno federal, se ha podido comprobar que, desgraciadamente, es un fenómeno común en la vida política del país. En los actuales tiempos electorales, la corrupción ha sido esgrimida como una bandera por todos los partidos. Infortunadamente, muchos de los participantes pueden estar relacionados, directa o indirectamente como públicamente se ha exhibido.

La corrupción e impunidad y su percepción por parte de los ciudadanos, fue la fuente del hartazgo social y un poderoso “voto de castigo” que origino “el cambio”, Estoy cierto que, en el próximo proceso electoral del 2021, será determinante en los resultados de los comicios.

La falta de resultados en los diferentes programas de trabajo implementados por la administración federal puso a la “Cuarta Transformación” en el ojo de huracán público nacional; al decepcionar a propios y extraños, ante el incremento de inseguridad, la libre actuación del crimen organizado y, la creciente y lastimosa corrupción que vivimos, la cual es vista por la sociedad en general como desconocimiento de los servidores públicos e impunidad. Tal situación pone hoy a México con una calificación negativa donde la percepción de corrupción empeoró en lo que va del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, se evalúa al país considerado más corrupto al descender del lugar 102 al 121 en el índice de Derecho del mundo Proyecto de Justicia (WJP).

En los últimos dos años de la administración morenista las crecientes y constantes denuncias que han tenido varios funcionarios del actual gobierno y la falta de instrumentos reales para combatir este mal desencadenaron entre la mayoría de los mexicanos una idea negativa respecto al mal actual de la autoridad federal .

Los resultados de este índice reflejan la ausencia de sanciones firmes para los grandes casos de corrupción conocidos por la opinión pública. Sin acciones sistemáticas para desmantelar las redes de corrupción, será difícil que México mejore en las evaluaciones internacionales sobre corrupción e impunidad. El reporte recomienda para México: asegurar la correcta implementación del Sistema Anticorrupción en todo el país.

Durante mucho tiempo, muchos creímos que la corrupción era parte de la “herencia maldita” del PRI, que había gobernado a México por décadas. Sin embargo, con la alternancia política y la aparición de gobiernos provinciales de distintos partidos políticos en municipios, estados y el gobierno federal, se ha podido comprobar que, desgraciadamente, es un fenómeno común en la vida política del país. En los actuales tiempos electorales, la corrupción ha sido esgrimida como una bandera por todos los partidos. Infortunadamente, muchos de los participantes pueden estar relacionados, directa o indirectamente como públicamente se ha exhibido.

La corrupción e impunidad y su percepción por parte de los ciudadanos, fue la fuente del hartazgo social y un poderoso “voto de castigo” que origino “el cambio”, Estoy cierto que, en el próximo proceso electoral del 2021, será determinante en los resultados de los comicios.