La “luna de miel” que viven PRI, PAN y PRD, tras los resultados de las elecciones, tiene a los dirigentes de esos partidos en un “amasiato alienígena”, que a la hora de gobernar corren el riesgo de presentar pleitos prenupciales. A nivel nacional y estatal sus líderes afirman que van a trabajar en unidad y hasta han proyectado, como lo dijo Alejandra del Moral, importantes reformas políticas comunes, algo que jamás se hubiera entendido en partidos con ideologías y plataformas políticas totalmente diferentes. Morena pagó los errores de sus gobiernos, empezando por la administración federal, además de que en “aras de la libertad” y la “actitud democrática” al interior del partido, el divisionismo y la falta de liderazgo propinaron el descalabro electoral por el que hoy lloran. La pérdida de alcaldías y diputaciones en la entidad más poblada del país alzó los ánimos avasalladores de panistas, tanto, que el dirigente mexiquense del PAN, Jorge Inzunza, resaltó la recuperación del llamado corredor azul, como si la victoria la hubieran logrado ellos solos. Hoy es un corredor multicolor, cuyo mayor reto será integrar gobiernos realmente eficientes, pues está claro que el pastel será rebanado por los tres partidos, máxime si se toma en cuenta a los personajes que lanzaron como candidatos, muchos de los cuales ya fueron presidentes municipales, y al igual que en Morena, cabezas de auténticas pandillas de ladrones.
A RENGLÓN SEGUIDO
DESPLAZADOS sin piedad, los grupos caciquiles de la organización política Antorcha Campesina, filial del PRI, que durante años se enquistaron en Chimalhuacán e Ixtapaluca, encabezados por los esposos Jesús Tolentino Román Bojórquez y Maricela Serrano Hernández, tendrán 6 meses para exprimir los gobiernos municipales y habrá que ver en qué condiciones entregan los ayuntamientos… QUIEN terminó triunfalista, tras manejarse con un bajo perfil y sin hacer mucho ruido, fue Juan Hugo de la Rosa García en Nezahualcóyotl, luego de que lograra asegurar la victoria de Adolfo Cerqueda, bajo el sello morenista, dejando de lado a los demás grupos que lo quisieron “zancadillar”… CONTRARIO al entusiasmo de los priístas en Ecatepec, quienes por todos los frentes vociferaron la figura de su abanderado a la presidencia municipal, Alejandro Albarrán, como la mejor opción, los electores prefirieron seguir al séquito de candidatos afines a la 4T, por lo que ese municipio –con altísimo índice de marginación-, se ungió como la joya de la corona de Morena.
