/ martes 8 de junio de 2021

Contralores corruptos y sin castigo

Con el resultado de las elecciones del domingo pasado los mexicanos vivimos también el valemadrismo auspiciado por el gobierno fallido que dirige el mesías Andrés Manuel López Obrador que; a diestra y siniestra, ha buscado ensuciar el proceso más participativo de la historia y, desde luego, desacreditar a las instituciones y a quienes dignamente las representan. Hoy la responsabilidad ciudadana nuevamente alza la vos para fortalecer la democracia, el establecimiento constitucional de la representación política, la división de poderes y acabar con la mentira, la corrupción e impunidad que tanto nos ha lacerado a los mexicanos.

Tengo la esperanza de que a partir de ahora se aplique la Ley y castigue a quienes en el ejercicio del poder: de manera corrupta, abuzan de la función pública que el pueblo de México les confía. Muestra de ello son los casos de la Línea 12 (línea dorada) o el arrendamiento de patrullas por el “gobierno” de Morena en la ciudad capital; como documentalmente se ha demostrado, en donde los servidores públicos encabezados por Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum, triplicaron los costos de adquisición manipulando los concursos y desviando recursos públicos a sus bolsillos; al amparo de contralores servíciale$$$, generando la mayor desgracia en el servicio de transporte más utilizado por la población mexicana.

Bien apunto José Luis Moya, Asesor de Transparencia y Combate a la Corrupción, que la fosa de corrupción orquestada en la línea 12 del metro se realizó a través de una licitación pública amañada, dirigida a favor de una empresa china. La tranza millonaria es concretada por Mario Delgado y su operador financiero por medio de una institución patito llamada “Calidad de Vida”, el proceso dirigido lo gana la empresa española KAF y esta le vende los trenes a la empresa “pobre tren” en 430 millones de dólares, que a su vez se los renta a la CDMX, por la millonaria suma de $1,580 millones de dólares anuales, que por cierto, de acuerdo al contrato quedan todavía cuatro años por pagar.

Lo mismo sucede con el contrato de arrendamiento de las patrullas para la ciudad de México firmado por Claudia Sheinbaum a Jesús Orta Martínez; quien por cierto también triplico el costo en las negociaciones de la Línea 12, en la nada despreciable suma de $3,300 millones de pesos anuales y $490 mil pesos de mantenimiento por cada patrulla. Es lamentable que, a pesar de las denuncias públicas, la complicidad de la Auditoria Superior de la Federación, de la PGR, de las Contralorías de la Federación y del Gobierno de la Ciudad de México sigan encubriendo el mayor desfalco al erario público de la de México. Y… quien castiga a los contralores corruptos?.

Con el resultado de las elecciones del domingo pasado los mexicanos vivimos también el valemadrismo auspiciado por el gobierno fallido que dirige el mesías Andrés Manuel López Obrador que; a diestra y siniestra, ha buscado ensuciar el proceso más participativo de la historia y, desde luego, desacreditar a las instituciones y a quienes dignamente las representan. Hoy la responsabilidad ciudadana nuevamente alza la vos para fortalecer la democracia, el establecimiento constitucional de la representación política, la división de poderes y acabar con la mentira, la corrupción e impunidad que tanto nos ha lacerado a los mexicanos.

Tengo la esperanza de que a partir de ahora se aplique la Ley y castigue a quienes en el ejercicio del poder: de manera corrupta, abuzan de la función pública que el pueblo de México les confía. Muestra de ello son los casos de la Línea 12 (línea dorada) o el arrendamiento de patrullas por el “gobierno” de Morena en la ciudad capital; como documentalmente se ha demostrado, en donde los servidores públicos encabezados por Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum, triplicaron los costos de adquisición manipulando los concursos y desviando recursos públicos a sus bolsillos; al amparo de contralores servíciale$$$, generando la mayor desgracia en el servicio de transporte más utilizado por la población mexicana.

Bien apunto José Luis Moya, Asesor de Transparencia y Combate a la Corrupción, que la fosa de corrupción orquestada en la línea 12 del metro se realizó a través de una licitación pública amañada, dirigida a favor de una empresa china. La tranza millonaria es concretada por Mario Delgado y su operador financiero por medio de una institución patito llamada “Calidad de Vida”, el proceso dirigido lo gana la empresa española KAF y esta le vende los trenes a la empresa “pobre tren” en 430 millones de dólares, que a su vez se los renta a la CDMX, por la millonaria suma de $1,580 millones de dólares anuales, que por cierto, de acuerdo al contrato quedan todavía cuatro años por pagar.

Lo mismo sucede con el contrato de arrendamiento de las patrullas para la ciudad de México firmado por Claudia Sheinbaum a Jesús Orta Martínez; quien por cierto también triplico el costo en las negociaciones de la Línea 12, en la nada despreciable suma de $3,300 millones de pesos anuales y $490 mil pesos de mantenimiento por cada patrulla. Es lamentable que, a pesar de las denuncias públicas, la complicidad de la Auditoria Superior de la Federación, de la PGR, de las Contralorías de la Federación y del Gobierno de la Ciudad de México sigan encubriendo el mayor desfalco al erario público de la de México. Y… quien castiga a los contralores corruptos?.