/ domingo 1 de noviembre de 2020

Como las aguas del Chavo

En el recuerdo de muchas personas está ese episodio de un programa de la televisión mexicana donde un chavo de vecindad vendía aguas, aguas que no se sabía de qué eran, a qué sabían, o qué parecían, y así, Justo así, es como los capitalinos ven el semáforo epidemiologico, que es naranja, pero quieren que sea amarillo y la gente lo ve como verde.

De acuerdo con personal de servicios prehospitalarios de emergencia, los casos en los que el paciente contagiado de Covid 19 tiene que ser ingresado a algún hospital por insuficiencia respiratoria van en un aumento y no precisamente poco, pero también los decesos en casa, a escondidas, van aumentando.

Y es que a estas alturas del partido, a casi 100 mil muertos y un millón de contagiados, de los que se les ha hecho prueba, no de lo totales que pudieran ser 10 veces más, ya nadie quiere saber nada del virus, mucho menos el gobierno, quien parece que lee los números completamente al revés de cómo los vemos lo demás.

Ello ven una baja y hablan de rebrote, cuando no hubo tal curva donada ni mucho menos una disminución en las cifras, hablar de rebrote es hablar de que las cifras se fueron al suelo y después volvieron, pero en Mexico eso no sucedió, nunca bajo nada, solo dejaron de hacer pruebas para desacelerar las cifras pero de bajada, nada.

Hablamos de que en Mexico la taza de mortalidad, tal como lo presume el gobierno de la cuatrote es de casi 10 por ciento, es decir que uno de cada diez enfermos no vive para contarlo, esto es altísimo, digamos que al menos cuatro veces más que el resto de los países a nivel mundial, pues los números hablan por sí mismos, no pasa del 3 por ciento.

Si estos son los logros que van a presumir, y ese 10 por ciento se va a convertir en 15 o peor aún, y ese va a ser el verdadero repunte, cuando los contagios y las muertes se salgan (más) de las manos del gobierno, sobra decir que se necesitan más pruebas y menos discursos, se necesitan más doctores y menos políticos, más conciencia y menos presencia.

Definitivamente está en nuestras manos ver el naranja con alerta como lo que es y no como un verde porque ya me aburrí, hay que seguir extremando las precauciones y exagerando las medidas de seguridad, no está de más que nos cuidemos y esperemos que por lo pronto, la salud siga inundando sus hogares.

En el recuerdo de muchas personas está ese episodio de un programa de la televisión mexicana donde un chavo de vecindad vendía aguas, aguas que no se sabía de qué eran, a qué sabían, o qué parecían, y así, Justo así, es como los capitalinos ven el semáforo epidemiologico, que es naranja, pero quieren que sea amarillo y la gente lo ve como verde.

De acuerdo con personal de servicios prehospitalarios de emergencia, los casos en los que el paciente contagiado de Covid 19 tiene que ser ingresado a algún hospital por insuficiencia respiratoria van en un aumento y no precisamente poco, pero también los decesos en casa, a escondidas, van aumentando.

Y es que a estas alturas del partido, a casi 100 mil muertos y un millón de contagiados, de los que se les ha hecho prueba, no de lo totales que pudieran ser 10 veces más, ya nadie quiere saber nada del virus, mucho menos el gobierno, quien parece que lee los números completamente al revés de cómo los vemos lo demás.

Ello ven una baja y hablan de rebrote, cuando no hubo tal curva donada ni mucho menos una disminución en las cifras, hablar de rebrote es hablar de que las cifras se fueron al suelo y después volvieron, pero en Mexico eso no sucedió, nunca bajo nada, solo dejaron de hacer pruebas para desacelerar las cifras pero de bajada, nada.

Hablamos de que en Mexico la taza de mortalidad, tal como lo presume el gobierno de la cuatrote es de casi 10 por ciento, es decir que uno de cada diez enfermos no vive para contarlo, esto es altísimo, digamos que al menos cuatro veces más que el resto de los países a nivel mundial, pues los números hablan por sí mismos, no pasa del 3 por ciento.

Si estos son los logros que van a presumir, y ese 10 por ciento se va a convertir en 15 o peor aún, y ese va a ser el verdadero repunte, cuando los contagios y las muertes se salgan (más) de las manos del gobierno, sobra decir que se necesitan más pruebas y menos discursos, se necesitan más doctores y menos políticos, más conciencia y menos presencia.

Definitivamente está en nuestras manos ver el naranja con alerta como lo que es y no como un verde porque ya me aburrí, hay que seguir extremando las precauciones y exagerando las medidas de seguridad, no está de más que nos cuidemos y esperemos que por lo pronto, la salud siga inundando sus hogares.

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