/ lunes 15 de julio de 2019

Ciberdelincuencia en las redes sociales

Desde 2013, la Policía uniformada de la Ciudad de Mėxico cuenta con el área de ciberdelincuencia.

Desde ahí, analistas y especialistas en progranación hacen recorridos por las páginas susceptibles de manejo de infirmación sensible, es decir que pueda constituir un delito, ya sea por su contenido o por incitar a la violencia, pornografía, discriminación o pederastia, entre otris.

Durante las 24 horas, los 365 días del año trabajan, no solo en este patrullaje virtual, sino en escuelas o con el público en general, para prevenir incidentes que se conviertan en delitos.

Tan solo este año, han levantado reportes de mil 900 casos de acoso y amenazas, mil 300 por fraude, 400 por algún delito contra menores, y 300 por suplantación de identidad.

Además, en el mismo lapso, entre enero y julio, han conocido de diversos casis ocurridos en redes sociales, han dado de baja 190 páginas de internet, y continúan con esta labor a fin de evitar la comisión de delitos.

Por desgracia no siempre pueden evitar estos delitos, sobre todo cuando la víctima actúa de alguna manera de motu propio, no obstante que en muchas ocasiones son menores de edad

Así ha quedado de manifiesto con el caso de la joven Vanessa Castillo, una chica de ahora 18 años de edad, que aparentemente conoció a un hombre por Facebook, viviendo ella en el Estado de Mėxico y luego de mantener contacto, intercambiar fotos e impresilnes, decidió irse a vivir con él a Puebla, porque se iban a casar.

Ella estaba a punto de cumplir 18 años, pero a un mes y semanas de esto, tomó maletas e hija y el 17 de mayo de 2019 se marchó a Puebla, desde ahí dirigió mensajes a su mamá, sin decir el sitio exacto donde vivía, y menis algún dato de su nueva familia y esposo. Cuando la mamá la conminó a tomar una foto a hurtadillas, se acabó la comunicación.

Semanas después conocieron que ella fue hallada viva, el 2 de julio en Tlaxcala, pero con más de 50 heridas producidas por un picahielo, en el cuerpo.

A pesar de las lesiones, tuvo fuerza para señalar a su pareja sentimental como el responsable de la agresión y se dijo preocupada por su hija de un año dos meses.

Justo el 12 de julio, cuando ella cumplió 18 años, su hija apareció abandonada fuera de un edificio en la Ciudad de Puebla.

Esta terrible historia no ha terminado, Vanessa se debate entre la vida y la muerte tras la bestial agresión, mientras en las redes sociales puede estar este depredador, escondido tras la máscara de otro muchacho de pueblo en busca del amor, pero con ka intención de hallar otra víctima, si la policía cibernética, de Puebla, Tlaxcala o la Ciudad de México no actúa de inmediato.

@Antoniodemarcel

antonio.marcelo@oem.com.mx

Desde 2013, la Policía uniformada de la Ciudad de Mėxico cuenta con el área de ciberdelincuencia.

Desde ahí, analistas y especialistas en progranación hacen recorridos por las páginas susceptibles de manejo de infirmación sensible, es decir que pueda constituir un delito, ya sea por su contenido o por incitar a la violencia, pornografía, discriminación o pederastia, entre otris.

Durante las 24 horas, los 365 días del año trabajan, no solo en este patrullaje virtual, sino en escuelas o con el público en general, para prevenir incidentes que se conviertan en delitos.

Tan solo este año, han levantado reportes de mil 900 casos de acoso y amenazas, mil 300 por fraude, 400 por algún delito contra menores, y 300 por suplantación de identidad.

Además, en el mismo lapso, entre enero y julio, han conocido de diversos casis ocurridos en redes sociales, han dado de baja 190 páginas de internet, y continúan con esta labor a fin de evitar la comisión de delitos.

Por desgracia no siempre pueden evitar estos delitos, sobre todo cuando la víctima actúa de alguna manera de motu propio, no obstante que en muchas ocasiones son menores de edad

Así ha quedado de manifiesto con el caso de la joven Vanessa Castillo, una chica de ahora 18 años de edad, que aparentemente conoció a un hombre por Facebook, viviendo ella en el Estado de Mėxico y luego de mantener contacto, intercambiar fotos e impresilnes, decidió irse a vivir con él a Puebla, porque se iban a casar.

Ella estaba a punto de cumplir 18 años, pero a un mes y semanas de esto, tomó maletas e hija y el 17 de mayo de 2019 se marchó a Puebla, desde ahí dirigió mensajes a su mamá, sin decir el sitio exacto donde vivía, y menis algún dato de su nueva familia y esposo. Cuando la mamá la conminó a tomar una foto a hurtadillas, se acabó la comunicación.

Semanas después conocieron que ella fue hallada viva, el 2 de julio en Tlaxcala, pero con más de 50 heridas producidas por un picahielo, en el cuerpo.

A pesar de las lesiones, tuvo fuerza para señalar a su pareja sentimental como el responsable de la agresión y se dijo preocupada por su hija de un año dos meses.

Justo el 12 de julio, cuando ella cumplió 18 años, su hija apareció abandonada fuera de un edificio en la Ciudad de Puebla.

Esta terrible historia no ha terminado, Vanessa se debate entre la vida y la muerte tras la bestial agresión, mientras en las redes sociales puede estar este depredador, escondido tras la máscara de otro muchacho de pueblo en busca del amor, pero con ka intención de hallar otra víctima, si la policía cibernética, de Puebla, Tlaxcala o la Ciudad de México no actúa de inmediato.

@Antoniodemarcel

antonio.marcelo@oem.com.mx

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