Vamos por la décima semana con el semáforo en naranja en la Ciudad de México, y las calles pareciera que ya contingencia ya terminó, que ya no es necesario cuidarse y mucho menos cuidar a los demás, pareciera que el dicho del presidente ha pesado tanto que la gente de a pie la ha seguido al pie de la letra.
De acuerdo con cifras del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas, en lo que va de la contingencia han atendido al menos siete mil quinientas emergencias, únicamente por Covid 19 y muchas de esas han terminado en el hospital, y muchas otras más, han terminado en los panteones, pues la enfermedad ha pegado en la capital de una manera inesperada.
A estas cifras hay que sumarle las emergencias atendidas por la Cruz Roja Mexicana y también las diferentes ambulancias de las alcaldías, más las unidades particulares y todos los traslados que han hecho los familiares de personas enfermas por las vías particulares y esto, nada mas es mencionar a los que llegan al hospital.
Esto quiere decir que la emergencia no se ha detenido, si bien hay menos hospitalizaciones, esto no significa que no haya contagios, pues aun las cifras a nivel nacional no se detienen y mucho menos ceden, lo grave es que la curva dejó de ser curva hace semanas y se convirtió en plana, algo aun mas grave.
Esto significa que de no poner mayor atención los contagios en la capital se van a volver a disparar y el semáforo nunca va a cambiar a amarillo y del verde ni hablamos; lo que se necesita es que quien pone el ejemplo, ponga también los pies en la tierra y diga las cosas como son, si solo atendiéramos las indicaciones dos semanas, los contagios habrían cedido hace meses.
Vamos ya por los seis meses de encierro y aunque para todos es muy difícil seguirlo, ya no se trata de si uno está a gusto o no, quizá no me cansaré de escribir que la responsabilidad de los contagios no es mas que de uno y no de los demás, pero es responsabilidad del gobierno que haga valer la prohibición y no solo sugerir.
Hasta que no haya mano dura del gobierno y buena voluntad de parte de la población, la tendencia va a ser que seguiremos en semáforo naranja o hasta rojo y además los contagios continuarán a la alza, pero ya no será culpa de nadie, sino responsabilidad de todos.