/ martes 30 de noviembre de 2021

¿Aspiracionistas o fifís?

¿Los hijos del Presidente Andrés Manuel López Obrador, son fifís o aspiracionistas? Lo son, de acuerdo a su definición.

Sólo un botón de muestra, reconocido y admitido por el propio Presidente: son propietarios de 52 hectáreas en Tabasco.

Cada uno de sus descendientes, es dueño de 16 hectáreas. Según el presidente, son herencia de su abuelo materno.

Pero no sólo eso, también son empresarios. Es decir, son propietarios de “Chocolates Rocío”, en honor a su primera esposa.

López Obrador dijo que en el sexenio pasado –el gobierno del priista Enrique Peña Nieto- les ofreció créditos.

“Nunca aceptaron; nunca se ha aceptado ningún apoyo del gobierno”, aclaró el mandatario.

Sin embargo al habitante de Palacio Nacional, se le olvidó informar de dónde salieron los recursos para constituir la empresa de chocolates.

¿Quién les facilitó créditos para sembrar árboles maderables y cacao, materia prima del producto de su empresa?

El Presidente presume que su “pecho no es bodega”, pero con esas declaraciones surgieron más dudas.

Es público que no se conoce ningún empleo formal de sus hijos desde que es jefe de gobierno.

Mucho menos se sabe que hayan realizado alguna activad durante los tres últimos años, que les permitiera solventar la creación crear dicha industria.

¿Entonces, de dónde salieron los créditos para sembrar el cacao? ¿Acaso se los otorgó la presente administración?

El tema salió a colación por un reportaje presentado por Carmen Aristegui y la Revista Proceso.

De inicio, se les fue a la yugular. “Hicieron una investigación mentirosa, sin fundamento para buscar mancharnos”.

“Con la máxima del hampa del periodismo, que la calumnia cuando no mancha, tizna. Nada más aclarar que no es cierto lo que están planteando en su reportaje”, aseguró.

De hecho, el Presidente acusó a Aristegui y a Proceso de nunca haber realizado “un periodismo a favor del pueblo”.

Sin detenerse en calificativos, se refirió a esos medios de comunicación como “seudoobjetivos”, “seudoprogresistas” y “seudoindependientes”.

Ayer se le olvidó que en el pasado defendió a capa y espada a Carmen Aristegui, como una periodista independiente. Hoy que tocó a sus hijos la denostó.

Y fue más allá al acusarla de trabajar en el grupo que apoya al “bloque conservador”.

En resumidas cuentas, al presidente no le gustó para nada la información que vincula a la finca de sus hijos con el programa Sembrando Vida y el empresario productor de cacao, Hugo Chávez Ayala.

Se trata de una sólida investigación realizada por reporteros de seis medios de comunicación, entre los que están los citados.

De todo ello se desprenden los beneficios de los hijos del mandatario.

PROSPECCIÒN… “Son demasiado exquisitos, fifís, conservadores, tienen una mentalidad muy retrograda”: definición del presidente de la agrupación Frente Cívico Nacional opositor a su gobierno y que busca influir en la elección presidencial de 2024.

Twitter: @JoelSaucedo

saucedosj@yahoo.com.mx

¿Los hijos del Presidente Andrés Manuel López Obrador, son fifís o aspiracionistas? Lo son, de acuerdo a su definición.

Sólo un botón de muestra, reconocido y admitido por el propio Presidente: son propietarios de 52 hectáreas en Tabasco.

Cada uno de sus descendientes, es dueño de 16 hectáreas. Según el presidente, son herencia de su abuelo materno.

Pero no sólo eso, también son empresarios. Es decir, son propietarios de “Chocolates Rocío”, en honor a su primera esposa.

López Obrador dijo que en el sexenio pasado –el gobierno del priista Enrique Peña Nieto- les ofreció créditos.

“Nunca aceptaron; nunca se ha aceptado ningún apoyo del gobierno”, aclaró el mandatario.

Sin embargo al habitante de Palacio Nacional, se le olvidó informar de dónde salieron los recursos para constituir la empresa de chocolates.

¿Quién les facilitó créditos para sembrar árboles maderables y cacao, materia prima del producto de su empresa?

El Presidente presume que su “pecho no es bodega”, pero con esas declaraciones surgieron más dudas.

Es público que no se conoce ningún empleo formal de sus hijos desde que es jefe de gobierno.

Mucho menos se sabe que hayan realizado alguna activad durante los tres últimos años, que les permitiera solventar la creación crear dicha industria.

¿Entonces, de dónde salieron los créditos para sembrar el cacao? ¿Acaso se los otorgó la presente administración?

El tema salió a colación por un reportaje presentado por Carmen Aristegui y la Revista Proceso.

De inicio, se les fue a la yugular. “Hicieron una investigación mentirosa, sin fundamento para buscar mancharnos”.

“Con la máxima del hampa del periodismo, que la calumnia cuando no mancha, tizna. Nada más aclarar que no es cierto lo que están planteando en su reportaje”, aseguró.

De hecho, el Presidente acusó a Aristegui y a Proceso de nunca haber realizado “un periodismo a favor del pueblo”.

Sin detenerse en calificativos, se refirió a esos medios de comunicación como “seudoobjetivos”, “seudoprogresistas” y “seudoindependientes”.

Ayer se le olvidó que en el pasado defendió a capa y espada a Carmen Aristegui, como una periodista independiente. Hoy que tocó a sus hijos la denostó.

Y fue más allá al acusarla de trabajar en el grupo que apoya al “bloque conservador”.

En resumidas cuentas, al presidente no le gustó para nada la información que vincula a la finca de sus hijos con el programa Sembrando Vida y el empresario productor de cacao, Hugo Chávez Ayala.

Se trata de una sólida investigación realizada por reporteros de seis medios de comunicación, entre los que están los citados.

De todo ello se desprenden los beneficios de los hijos del mandatario.

PROSPECCIÒN… “Son demasiado exquisitos, fifís, conservadores, tienen una mentalidad muy retrograda”: definición del presidente de la agrupación Frente Cívico Nacional opositor a su gobierno y que busca influir en la elección presidencial de 2024.

Twitter: @JoelSaucedo

saucedosj@yahoo.com.mx