Esta semana, de nueva cuenta, el semáforo naranja se quedó igual, y esto no porque la enfermedad avance, sino peor, porque se estacionó, es decir, que nada mas no sube ni baja, lo cual es todavía mas peligroso, pues ya se acerca el mes donde según el experto de la 4T venían los rebrotes.
Y es que es complicado que la primera ola de la enfermedad aun no termine de pasar cuando ya se vienen los rebrotes, porque eso solo puede significar una de dos cosas; que viene muy fuerte, o que nos estuvieron engañando todo el tiempo con la pandemia y que siempre si fue mucho más complicada de lo que nos dijeron.
Si es que nos engañaron, como muchos creen, eso explicaría porqué en los panteones ya no hay espacio, porqué en los hospitales no se está muriendo la gente, pero sí en sus casas, pues hay cifras alarmantes de las personas que dejan este mundo a causa del covid en sus casas.
Esto viene al miedo que todo el tiempo hizo sentir el gobierno, al no atender de manera adecuada la situación, al no proveer a los hospitales de los insumos médicos y equipo de protección personal adecuado y sobretodo, al mal ejemplo que este estuvo dando al no guardar, desde el presidente, las medidas correspondientes.
Sin duda este cúmulo de situaciones ha llevado a la gente a no querer ir a los hospitales, a tener miedo de ser atendido en tiempo y por supuesto, a morir en casa, pues hay miles de quejas de capitalinos que las líneas de atención están saturadas y que ante una emergencia, pues la atención es deficiente.
Entonces, si el gobierno no puede dar la atención por falta de recursos, o se niega a hacer pruebas masivas de covid porque no hay dinero, entonces que hace despilfarrando miles de millones en una rifa, que dicho sea de paso, ni se rifó el avión ni se vendió y mucho menos se sacó el dinero, pues hasta los premios salieron de otro lado
Es alarmante saber cuantas personas prefieren morir en su casa que ser parte de las estadísticas, porque es un martirio para los familiares recuperar los restos, porque es un martirio que tengan que pasar por el suplicio de la burocracia y esperar días para que puedan ser cremados sus familiares por la falta de infraestructura.
De aquí a lo que queda, si no es por cuidarnos nosotros, no habrá nadie quien lo haga es por eso que mejor nos aplicamos a que cambie el semáforo y no seguimos abarrotando las calles como si no existiera nada, pues el naranja está más cerca del rojo, que del verde.
