/ jueves 3 de octubre de 2019

Anarcos no respetaron nada

Momentos de angustia y miedo vivieron los integrantes del Cinturón por la Paz, implementado por el gobierno de la Ciudad de México, cuando se presentaron los grupos de embozados, quienes lanzaron petardos, pintarrajearon negocios y destrozaron mobiliario, además que arremetieron contra policías y funcionarios.

Se esperaba que la presencia de personas vestidas de blanco frenara los actos violentos de este grupo, además de un acto de civilidad, pero de nada sirvieron.

La primera parte de la marcha, que partió de la Plaza de las tres Culturas, en Tlatelolco, avanzó con tranquilidad hasta que pasaron por un bajo puente, donde la falta de policías dejo vía libre para que algunos jóvenes realizaran pintas, muchas de ellas sin sentido y por cierto con faltas de ortografía y pésima conjugación.

Al entrar la marcha a la calle 5 de mayo se desató la violencia de este grupo de alrededor de un centenar de hombres y mujeres, que armados de martillos y piedras destrozaron mobiliario urbano, pintaron negocios y lanzaron piedras a edificios.

Ahora, además lanzaron cohetones y bombas molotov a la policía, lo que dejó una mujer con quemaduras en el la cabeza, una mujer de la policía herida al explotar muy cerca uno de estos artefactos, y varios caídos.

El tronar de los cohetones, los gritos y la falta de visibilidad, porque ante el fuego se usaron extintores, hizo que los integrantes de este Cinturón de Paz salieran en desbandada, unos fuera de la marcha y otros que de inmediato se despojaron de sus playeras distintivas.

En tanto, los embozados continuaban sembrando el caos, destrucción y terror, frente a una policía que se mantuvo firme, no detuvo esa acción y menos aprehendó a los destructores.

Grupos de estudiantes de algunas universidades prefirieron no entrar por esta calle y desistieron de llegar al Zócalo capitalino, donde la vanguardia ya realizaba su mitin.

Entre estas acciones, los jóvenes vestidos de negro se diseminaron en pequeños grupos que lograron entrar al Zócalo, pero ya identificados y ante la presencia de policías que podría encapsularlos y detenerlos, lograron distribuirse entre la multitud, se cambiaron de ropa y nadie más los vio.

Total, cero detenidos para una fuerza policial de 5 mil 244 elementos y 380 unidades.

En twitter: @Antoniodemarcel

En el correo: antonio.marcelo@oem.com.mx

Momentos de angustia y miedo vivieron los integrantes del Cinturón por la Paz, implementado por el gobierno de la Ciudad de México, cuando se presentaron los grupos de embozados, quienes lanzaron petardos, pintarrajearon negocios y destrozaron mobiliario, además que arremetieron contra policías y funcionarios.

Se esperaba que la presencia de personas vestidas de blanco frenara los actos violentos de este grupo, además de un acto de civilidad, pero de nada sirvieron.

La primera parte de la marcha, que partió de la Plaza de las tres Culturas, en Tlatelolco, avanzó con tranquilidad hasta que pasaron por un bajo puente, donde la falta de policías dejo vía libre para que algunos jóvenes realizaran pintas, muchas de ellas sin sentido y por cierto con faltas de ortografía y pésima conjugación.

Al entrar la marcha a la calle 5 de mayo se desató la violencia de este grupo de alrededor de un centenar de hombres y mujeres, que armados de martillos y piedras destrozaron mobiliario urbano, pintaron negocios y lanzaron piedras a edificios.

Ahora, además lanzaron cohetones y bombas molotov a la policía, lo que dejó una mujer con quemaduras en el la cabeza, una mujer de la policía herida al explotar muy cerca uno de estos artefactos, y varios caídos.

El tronar de los cohetones, los gritos y la falta de visibilidad, porque ante el fuego se usaron extintores, hizo que los integrantes de este Cinturón de Paz salieran en desbandada, unos fuera de la marcha y otros que de inmediato se despojaron de sus playeras distintivas.

En tanto, los embozados continuaban sembrando el caos, destrucción y terror, frente a una policía que se mantuvo firme, no detuvo esa acción y menos aprehendó a los destructores.

Grupos de estudiantes de algunas universidades prefirieron no entrar por esta calle y desistieron de llegar al Zócalo capitalino, donde la vanguardia ya realizaba su mitin.

Entre estas acciones, los jóvenes vestidos de negro se diseminaron en pequeños grupos que lograron entrar al Zócalo, pero ya identificados y ante la presencia de policías que podría encapsularlos y detenerlos, lograron distribuirse entre la multitud, se cambiaron de ropa y nadie más los vio.

Total, cero detenidos para una fuerza policial de 5 mil 244 elementos y 380 unidades.

En twitter: @Antoniodemarcel

En el correo: antonio.marcelo@oem.com.mx

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