/ martes 7 de mayo de 2019

AMLO, austeridad republicana?

El pasado tres de mayo, día de la Santa Cruz; festejo de todos los hombres y mujeres que participan en la construcción, nuevamente el Presidente de México Andrés Manuel López Obrador envía otro memorándum. El documento difundido por la Presidencia de la República consta de 13 puntos en los que se detalla que "en congruencia con la reciente aprobación del dictamen que expide la Ley Federal de Austeridad Republicana de Estado, les instruyo de manera respetuosa que lleven a cabo la implementación de las medidas adicionales de acuerdo con la política impulsada por este gobierno, sin afectar a los trabajadores de base".

Congruente con su amenaza del pasado 25 de abril en donde de manera terminante AMLO advirtió que, si el Congreso no aprueba la ley de Austeridad Republicana, emitiría un "memorándum". Siendo objetivos podemos argumentar que la intención en verdad no está mal, el problema reside en que se trata de una ocurrencia más; una muestra más del mando imperialista que impone el Ejecutivo Federal y, por tanto, el tema no está debidamente diagnosticado e incluso, hay mucha falta de seriedad en el planteamiento del memorándum, a tal grado que ni siquiera existe una planeación para su aplicación.

Es importante mencionar que la “austeridad republicana” propuesta por el presidente ya se ha aplicado en otras naciones, normalmente se ha traducido en un “suicidio administrativo” porque se deja de aplicar el gasto público en tareas de gobierno importantes y necesarias para consolidar programas y acciones sociales. Habrá que sumar la discrecionalidad en el uso del “ahorro”, su aplicación al clientelismo electoral, etc.; que bien saben disfrazar algunos politiqueros mediocres que hoy tienen un cargo público, lo que sin duda ha generado una pobreza mayor en nuestra querida nación.

De lo que estoy cierto es que muchos mexicanos comenzamos el sexenio con “esperanza” de un cambio; sin privilegios, impunidad y acuerdos en lo oscurito, lamentablemente a cinco meses del ejercicio de sus funciones, esto no ha ocurrido. La mayoría estamos decepcionando, muestra de ello, la marcha del pasado domingo en donde 20 mil personas se manifestaron por el incremento de inseguridad y la ineficiencia e ineficacia del Gobierno. Las encuestas de ayer los desaprueban.


El pasado tres de mayo, día de la Santa Cruz; festejo de todos los hombres y mujeres que participan en la construcción, nuevamente el Presidente de México Andrés Manuel López Obrador envía otro memorándum. El documento difundido por la Presidencia de la República consta de 13 puntos en los que se detalla que "en congruencia con la reciente aprobación del dictamen que expide la Ley Federal de Austeridad Republicana de Estado, les instruyo de manera respetuosa que lleven a cabo la implementación de las medidas adicionales de acuerdo con la política impulsada por este gobierno, sin afectar a los trabajadores de base".

Congruente con su amenaza del pasado 25 de abril en donde de manera terminante AMLO advirtió que, si el Congreso no aprueba la ley de Austeridad Republicana, emitiría un "memorándum". Siendo objetivos podemos argumentar que la intención en verdad no está mal, el problema reside en que se trata de una ocurrencia más; una muestra más del mando imperialista que impone el Ejecutivo Federal y, por tanto, el tema no está debidamente diagnosticado e incluso, hay mucha falta de seriedad en el planteamiento del memorándum, a tal grado que ni siquiera existe una planeación para su aplicación.

Es importante mencionar que la “austeridad republicana” propuesta por el presidente ya se ha aplicado en otras naciones, normalmente se ha traducido en un “suicidio administrativo” porque se deja de aplicar el gasto público en tareas de gobierno importantes y necesarias para consolidar programas y acciones sociales. Habrá que sumar la discrecionalidad en el uso del “ahorro”, su aplicación al clientelismo electoral, etc.; que bien saben disfrazar algunos politiqueros mediocres que hoy tienen un cargo público, lo que sin duda ha generado una pobreza mayor en nuestra querida nación.

De lo que estoy cierto es que muchos mexicanos comenzamos el sexenio con “esperanza” de un cambio; sin privilegios, impunidad y acuerdos en lo oscurito, lamentablemente a cinco meses del ejercicio de sus funciones, esto no ha ocurrido. La mayoría estamos decepcionando, muestra de ello, la marcha del pasado domingo en donde 20 mil personas se manifestaron por el incremento de inseguridad y la ineficiencia e ineficacia del Gobierno. Las encuestas de ayer los desaprueban.