/ lunes 18 de enero de 2021

Actualizan tecnología para misiones críticas

Empezaba Navidad cuando una casa rodante explotó en el centro de Nashville, la reconstrucción de los hechos parece sacada de una torcida película de acción con una grabación con voz robotizada que daba 15 minutos para evacuar el área, cada repetición se alternaba con música. Hubo al menos tres ráfagas de disparos que precedieron a la detonación, el escuadrón antibombas se quedó a medio camino. La onda expansiva dañó 40 edificios y las autoridades confirmaron que se sintió a kilómetros de distancia. Uno de ellos era el Centro de Transmisión de AT&T, empresa encargada de la proveeduría para el sistema FirstNet, creado tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 para que las comunicaciones de gobierno tuvieran prioridad como primeros respondientes en caso de una emergencia, lo cual falló el pasado 25 de diciembre.

Los daños a la infraestructura del edificio de la empresa norteamericana, que comanda John Stankey, ocasionó el colapso de la telefonía móvil y fija, internet, todo el sistema de comunicaciones de protección civil e incluso la señal de televisión se vio afectada hasta cuatro días después del siniestro. Hospitales, el 911, el aeropuerto de Nashville y las oficinas gubernamentales quedaron incomunicadas. Hagamos ahora una analogía con el 19 de septiembre de 2017 en México, cuando un sismo de 7.1 en la escala de Richter sacudió la capital del país, dejando 369 muertos, siete mil heridos, 11 mil edificios dañados en la zona metropolitana en una urbe con más de 30 millones de habitantes, mucho más compleja frente a los casi 700 mil de Nashville.

Como rememoró en su momento José Gil García, entonces jefe del Estado Mayor de la Secretaría de Seguridad Pública en la Ciudad de México, durante 10 horas no hubo telefonía celular, la fija se cayó en su totalidad y 75 por ciento de las colonias de la ciudad se quedaron sin luz, una situación crítica en un escenario muy complejo que invitaba al pánico y la desorganización. Pocos recuerdan que la diferencia fue la tecnología con la que contaba en ese entonces la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México, pues fue la única red de telecomunicaciones que no falló y a través del C5 se pudo coordinar cada una de las emergencias reportadas, todo a través de 25 mil equipos de radiocomunicación sustentados en el protocolo TETRA, provisto por la firma francesa Airbus.

Hoy la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), de Rosa Icela Rodríguez, detalla los lineamientos para la naciente Red Integrada Nacional de Radiocomunicación, mientras las industrias del sector esperan las reglas del juego en que competirán, el principal objetivo es la estandarización de la red de radiocomunicación entre estados y fuerzas federales con la mayor seguridad al menor costo posible. Si bien el combate al crimen es fundamental para ambos gobiernos, los desastres naturales han sido los generadores de las situaciones más urgentes en lo que a emergencias se refiere. Las firmas que han levantado la mano para licitar este proceso en la era de la 4T tienen sobrada experiencia a escala mundial y sin duda la modernización de banda ancha en la red de radiocomunicación es indispensable. El escenario es estar mejor preparados para situaciones difíciles, para las misiones críticas.

Empezaba Navidad cuando una casa rodante explotó en el centro de Nashville, la reconstrucción de los hechos parece sacada de una torcida película de acción con una grabación con voz robotizada que daba 15 minutos para evacuar el área, cada repetición se alternaba con música. Hubo al menos tres ráfagas de disparos que precedieron a la detonación, el escuadrón antibombas se quedó a medio camino. La onda expansiva dañó 40 edificios y las autoridades confirmaron que se sintió a kilómetros de distancia. Uno de ellos era el Centro de Transmisión de AT&T, empresa encargada de la proveeduría para el sistema FirstNet, creado tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 para que las comunicaciones de gobierno tuvieran prioridad como primeros respondientes en caso de una emergencia, lo cual falló el pasado 25 de diciembre.

Los daños a la infraestructura del edificio de la empresa norteamericana, que comanda John Stankey, ocasionó el colapso de la telefonía móvil y fija, internet, todo el sistema de comunicaciones de protección civil e incluso la señal de televisión se vio afectada hasta cuatro días después del siniestro. Hospitales, el 911, el aeropuerto de Nashville y las oficinas gubernamentales quedaron incomunicadas. Hagamos ahora una analogía con el 19 de septiembre de 2017 en México, cuando un sismo de 7.1 en la escala de Richter sacudió la capital del país, dejando 369 muertos, siete mil heridos, 11 mil edificios dañados en la zona metropolitana en una urbe con más de 30 millones de habitantes, mucho más compleja frente a los casi 700 mil de Nashville.

Como rememoró en su momento José Gil García, entonces jefe del Estado Mayor de la Secretaría de Seguridad Pública en la Ciudad de México, durante 10 horas no hubo telefonía celular, la fija se cayó en su totalidad y 75 por ciento de las colonias de la ciudad se quedaron sin luz, una situación crítica en un escenario muy complejo que invitaba al pánico y la desorganización. Pocos recuerdan que la diferencia fue la tecnología con la que contaba en ese entonces la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México, pues fue la única red de telecomunicaciones que no falló y a través del C5 se pudo coordinar cada una de las emergencias reportadas, todo a través de 25 mil equipos de radiocomunicación sustentados en el protocolo TETRA, provisto por la firma francesa Airbus.

Hoy la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), de Rosa Icela Rodríguez, detalla los lineamientos para la naciente Red Integrada Nacional de Radiocomunicación, mientras las industrias del sector esperan las reglas del juego en que competirán, el principal objetivo es la estandarización de la red de radiocomunicación entre estados y fuerzas federales con la mayor seguridad al menor costo posible. Si bien el combate al crimen es fundamental para ambos gobiernos, los desastres naturales han sido los generadores de las situaciones más urgentes en lo que a emergencias se refiere. Las firmas que han levantado la mano para licitar este proceso en la era de la 4T tienen sobrada experiencia a escala mundial y sin duda la modernización de banda ancha en la red de radiocomunicación es indispensable. El escenario es estar mejor preparados para situaciones difíciles, para las misiones críticas.