A quien se le habrá ocurrido la maravillosa idea de promover Acapulco como punto turístico internacional ¡con un video! que tuvo un gran logro: unir a toda la opinión pública en su contra.
Y vaya que el famoso video con flamingos rosas, patitos de hule, y adolescentes en traje de baño con el anglicismo ¡mom i’m in Acapulco! (o sea mami estoy en Acapulco) no quedará sólo en anécdota, sino que seguramente tendrá consecuencias graves.
¿De a cómo no?
Para empezar, en estas épocas de crisis y austeridad republicana, cuanto le habrá costado al erario público la producción del famoso video -que seguramente terminará tirado en la basura- entre locaciones, modelos (porque eso sí puro modelo internacional pagado en dólares invitaron), dirección y producción, viralización en las redes sociales, traslados, hospedajes, viáticos y lo que le sume, porque barato no fue.
A ver si no le da muina al Presidente López Obrador o amerita una renuncia más en su gabinete, porque ese tipo de videos ¡nomás en dólares eh!
Pederastas
Pero lo más grave, y se lo damos en exclusiva aquí, es la denuncia que interpondrá ante las autoridades la activista Yizbeleni Gallardo, quien asegura que hay un mensaje claramente en este video, para promover Acapulco ¡como destino para pederastas!
La activista hizo un detalle de cada escena del video, donde se observan mensajes subliminales y símbolos muy identificados con los criminales pederastas. Dicen que las coincidencias no existen, y si revisa lo que descubrió Yizbeleni, le dará escalofríos cuando lo vea.
Si consideramos, además, que lamentablemente Acapulco está catalogado como uno de los principales destinos “turísticos” pederastas en el mundo, no dude usted que haya algo más detrás de todo este video.
Si ya tuvimos un homenaje en el Palacio de Bellas Artes al “apóstol de la iglesia” Naasón Joaquín García, actualmente enjuiciado en Estados Unidos por 23 delitos, entre ellos violación de menores, extorsión y posesión de pornografía infantil, ¡no le extrañe otra aberración de este gobierno!