¡Llegó para quedarse!
Y a dos meses del primer caso conocido en China, pensando todo el tiempo que nos llegaría desde allá o más fácil de los United States, resulta que el COVID 19, el ya famosísimo coronavirus llegó a nuestro país ¡del norte de Italia! Y son dos los primeros casos de pacientes mexicanos infectados, uno atendido en la Ciudad de México y el otro en Sinaloa.
Dicen que ahora las apuestas son, con qué velocidad se propagará el COVID 19 por nuestro país; sin ser nada oficial, y sólo radiopasillo, las conversaciones entre compañeros de escuela o de trabajo, calculan que la siguiente semana se estará hablando de por lo menos 50 contagiados, los más conservadores, de unos 5 o 10 casos más. ¿Usted qué cree?
Borolavirus
Por lo pronto, el Presidente Andrés Manuel López Obrador, dice que no cancelará sus giras de trabajo, ni les negará el saludo de mano o abrazo a quien se lo pida, vamos, que él seguirá trabajando normalito, y ni tarde ni perezosos, la llamada oposición junto con los twitteros de siempre, empezaron a criticarlo, y a echarle la culpa porque ya llegó el coronavirus; eso sí, ninguno de estos políticos y opinadores semiprofesionales se tomaron la molestia de dar a conocer las recomendaciones que se nos hace a la población.
Otros, irresponsablemente, empiezan a propagar el virus pero de la ignorancia y paranoia, así como videos donde a las pocas horas de darse a conocer la noticia del primer caso mexicano, según hay desabasto por compras de pánico, ya lo sabe, pura fake news.
Las trasnocheras
Por lo pronto, lo real son las recomendaciones que nos hacen las autoridades ante esta pandemia, y que se las recordamos: lavarse constantemente las manos, evitar tocarse el rostro, y toser cubriéndose con el brazo, así como acudir inmediatamente al médico con cualquiera de los síntomas.
Y, para evitar la rumorología, don Presidente anunció que diariamente, desde Palacio Nacional, en punto de las 21:00 horas, se dará a conocer el status del COVID 19 México.
Si Sanjuana NOTIMEX se había quejado de las mañaneras, ¡chútense ahora las trasnocheras!