A un año, sin pena ni gloria
Ya pasó un año que la Dra. Claudia Sheinbaum llegó al gobierno de la Ciudad de México, y los ciudadanos no vemos aun lo que se nos prometió en campaña.
La percepción de la inseguridad va en aumento. Y si bien es cierto que en la administración de Mancera fue cuando se disparó, no se ven cambios que la disminuyan. En cuanto a la corrupción, varios funcionarios manceristas ya se encuentran inhabilitados o incluso buscados por la ley, como el exsecretario de obras públicas, Édgar Tungüí, prófugo de la justicia, pero más allá de eso, sigue la opacidad en el manejo de recursos.
Inmovilidad en la ciudad…
El caos en las vialidades de nuestra ciudad todos lo sufrimos: marchas, bloqueos, ineficiente e inseguro transporte público, junto con la calamidad de microbuseros que tiro por viaje atropellan y matan peatones, o manejan en estado inconveniente o hasta intoxicados, son la cotidianidad.
Un metro sobresaturado al que le urge una manita de gato, pero lo más importante, redoblar su seguridad: robo de celulares y hostigamiento y violencia contra las mujeres, urgente de atender.
Camiones de doble carga que dañan permanentemente nuestras vialidades, que se estacionan en doble fila, y que contaminan horriblemente sin que nadie haga nada.
Opacidad en los recursos de los parquímetros y otras aplicaciones como Uber, Cabify, Didi, o patines del diablo y bicicletas que a la fecha no sabemos cuánto pagan a la ciudad y qué se hace con esos millonarios recursos.
Igualito que con Mancera y su fallida Secretaría de Movilidad, pues, al igual que un desprecio hacia los vecinos del actual titular de la Semovi.
Baches, baches y más baches
Y ya de salida, hay que recordar también que se nos prometió nuevo asfalto, hasta por etapas, de las principales vialidades y calles de la ciudad, que urgen de urgir. Ponchaduras de llantas y afectaciones a suspensiones y rines son incuantificables. Pregúntele a quien sea: no hay automovilista que no haya sufrido alguna avería de su coche por caer en los que ya no son baches, sino cráteres de la ciudad.