Nuevamente la angustia, la desesperación, el miedo y la incertidumbre se apodero de los ciudadanos, después de que el gobierno del Estado de México informó que a partir de este sábado, por los constantes contagios de Covid-19, la entidad mexiquense regresa al semáforo rojo, para evitar que el virus se siga propagando y afecte a más personas.
Sin duda amigo lector que esta determinación causo entre la población nuevamente zozobra y hasta miedo, pues cómo sucedió cuando el virus llegó a nuestro país, empresas, negocios, teatros, estadios de futbol, cine y centros comerciales entre otros tuvieron que cerrar, causando enormes pérdidas económicas y la gente se tuvo que encerrar en sus casas.
Estas acciones, a parte de que generaron pérdidas económicas muy graves, también fueron causantes de que muchas personas perdieran sus empleos. Y es en este punto donde la gente tiene más miedo, pues consideraron que cuando la situación se estaba normalizando a medias, nuevamente se vuelve a caer en lo mismo y no saben si en este nuevo brote de coronavirus van a mantener sus trabajos.
Las calles seguramente van a lucir vacías de nueva cuenta como sucedió cuando el Covid-19 llego a nuestro país y se tuvieron que tomar medidas extremas como ahora, para evitar que el virus se propague y la cifra de muertos en nuestro país que ya rebasa los más de 117 mil, aumente.
El gobierno federal que encabeza López Obrador tiene que tomar medidas emergentes y preparar acciones contundentes para enfrentar con buenos resultados esta situación, que de por sí ya es delicada y que ahora posiblemente será peor.
Después de que se anunció que el Estado de México y la Ciudad de México regresaban al semáforo rojo por la gran cantidad de personas que se estaban contagiando con el coronavirus, empresarios salieron al paso y mostraron una profunda preocupación, pues afirmaron que no sabían si “un segundo golpe”, lo iban a soportar.
Lo mismo pasa con chóferes de camionetas colectivas y taxistas, quienes también mostraron preocupación porque ya tuvieron la experiencia del primer caso en que la gente se tuvo que encerrar y prácticamente no tenían pasaje porque las calles estaban vacías.
Pues ante esta nueva medida de las autoridades para evitar contagios, lo único que nos queda es esperar a ver qué va suceder, que nos depara el destino y que Dios nos agarre confesados a todos y nos ayude a salir de esta situación que ya esa alarmante y que hasta cierto punto ya es desgastante y tiene hartos a los ciudadanos por todas las medidas de seguridad que a diario tiene que tomar. Nos leemos el domingo.