Definitivamente el primero de junio no vamos a llegar a ninguna nueva normalidad, con casi 500 muertos al día por Covid-19 en la última semana, no habrá para nada una nueva normalidad y menos en ocho días, es por demás inocente creer que así va a pasar, el problema es que ahora, todos están esperando salir en una semana y volver a hacer lo de siempre.
El problema no es la forma sino el fondo, no es posible que los gobernantes estén diciendo que todo va a volver a la normalidad cuando saben que no es cierto, si bien desde marzo omitieron que esto duraría mucho tiempo, el decir que ya van a salir es mas imprudente que otra cosa.
La muestra es que para el Día del Niño y el Día de la Madre, muchas personas abarrotaron de nueva cuenta restaurantes, pizzerías y algunos otros lugares y la consecuencia fue funesta, de nuevo hay miles de contagios al día y los hospitales siguen siendo insuficientes.
Esta presunta nueva normalidad va a derivar en eso, en miles de contagios, porque la imagen que da el presidente es que no se necesita cuidarse, que ya urge que todo regrese a la normalidad, sin embargo, hay que preguntarles a esos miles que les urge salir, ¿a que normalidad quieren regresar?
En definitiva, mientras no haya una vacuna, la vida como la conocimos no va a regresar, el cubrebocas y la higiene excesiva, sumada a la sana distancia social va a ser esencial para evitar que la pandemia dure años, así, tal como se lee, años, y eso solo es una posibilidad muy optimista.
Que puede ser peor, pues que al no haber vacuna ni medidas de prevención, los mecicanos van a seguir muriendo por centenas en los hospitales y es que para ser concretos, el SARS COV 2 por si solo no es lo que los está matando, sino las comorbilidades que abundan en los habitantes del país.
Si México no fuera primer lugar en obesidad, diabetes e hipertensión, la cantidad de muertos, que ya supera en miles a China, serían menos y para ser sinceros, la manera de comer de los mexicanos no va a cambiar, por lo que el peligro va a seguir siendo el mismo.
Ya que definitivamente parece que no hay manera de volver a la normalidad que conocíamos, disfrutemos de lo que nos queda de encierro y de las nuevas maneras de vivir la vida, porque ¿más vale vivir en casa y con medidas de seguridad, que perder la vida en pocos días, o no?