Por lo regular México siempre queda en el rango de los resultados no tan buenos, pero sin duda estos últimos días se ha dedicado a batir récords, por ejemplo el de los más de ocho mil contagiados por Covid-19 en 24 horas; se podrá decir que ahora se hacen las pruebas que antes y qué hay menos hospitalizados, pero la realidad es que el mensaje del primer mandatario sigue siendo el mismo: no es necesario cuidarse.
Ya se les había dicho que el naranja estaba más cerca del rojo que del verde, en cuando a semáforo epidemiológico, pero nadie escuchó, por el contrario, todos salieron a las plazas y a abarrotar restaurantes como si todo se hubiera terminado, pero ahora, el país tiene una de las tasas de mortalidad más altas del mundo.
Antes de que empiecen con que somos 130 millones de mexicanos y apenas se han muerto 40 mil, así no son las estadísticas, el porcentaje de decesos se debe tomar del total de enfermos, no del total de la población, sin embargo, políticamente es mejor que la gente crea que es una cantidad mínima de decesos. Para los gobernantes solo son número, pero para las más de 40 mil familias, es solo una pésima cuenta.
Y en efecto, no todo tiene que ser culpa del gobierno, de la población ni de nadie, el problema es que quienes toman las decisiones y quienes deben poner el ejemplo salgan con declaraciones tan inoportunas y carentes de sentido como las del presidente que dijo, a 130 días de iniciado el confinamiento, que los cubrebocas no sirven.
Claro, en lo oscurito, cuando no lo ven, el sí porta el suyo, pues lo vaya a ser que entonces se contagie y quien dirige al país (¿?) es decir, que se haga todo, pero en los bueyes de mi compadre, casi casi como “yo me cuido, pero tú no necesitas cuidarte porque eres libre y a los pobres no les da” este tiempo de declaraciones son tongas e ilógicas.
Dicen por ahí que quien no porta su cubrebocas solo lo hace por ignorancia o por egoísmo, y entonces eso nos reduce a pensar que sabe perfecto que debe traerlo, por su egoísmo y necesidad de verse superior, como mesías, lo hace que no lo use en público y por eso, entonces, millones de mexicanos aseguran que no lo necesitan y pues ahí están los resultados, más de ocho mil contagios en un solo día
Y así vamos a seguir, con miles de contagios al día y por supuesto centenares de decesos, total, esos los pone el pueblo y no el gobierno, ante eso no hay mucho que hacer, pues el pueblo, por su parte , no tiene una buena alimentación y no goza de buena salud,, entonces no hablamos de comorbilidades, sino de corresponsabilidades.
Mientras tanto, el naranja sigue siendo casi rojo, el peligro de contagio no baja, así que la guardia no debe bajarse a no ser que ya tenga en sus planes el enfermar o contagiar a su familia, total, que la culpa se le puede siempre echar al gobierno pues ellos no ponen el ejemplo para nada.
