/ jueves 7 de enero de 2021

10 tips para empezar a ahorrar en el 2021

Si uno de tus propósitos de año nuevo es ahorrar aquí te dejaré algunas técnicas básicas para lograrlo sin remordimientos y sin que te cueste mucho trabajo.

El primer paso es estar convencido de querer hacer un cambio en tus finanzas personales. A partir de esto comencemos:

Tener un porqué. Tu ahorro debe tener una razón de ser, pregúntate ¿por qué quieres ahorrar? ¿para qué o qué quieres comprar con el dinero que ahorres? Lo más importante a la hora de empezar a ahorrar es que todo ese dinero o parte de esos recursos se van a ir a una inversión que puede ser una experiencia de viaje o algo material.

Redondea tus gastos. Acostúmbrate a redondear a tu favor. Si vas a hacer una compra de mil 350 pesos, redondéalo a mil 500 y ese piquito que quedo destínalo al ahorro. Ese dinero extra deposítalo en otra cuenta de débito o guárdalo en una caja fuerte donde te olvides de que existe y no lo puedas agarrar fácilmente. De momento puedes sentirte incomodo, pero con este método medirás tus gastos y pensarás dos veces si necesitas comprar eso o solamente lo deseas.

Págate a ti primero. La mayoría de tu sueldo ya tiene otro dueño. Por lo que en cuanto te llegue tu salario, toma el 10% y ahórralo. Deposítalo en una cuenta de inversión en el banco o deposítalo en una cuenta de débito, cuando tengas un monto mínimo para abrir una inversión (como 5 mil pesos), no lo dudes, ábrela. Haz crecer ese dinero.

Guarda el cambio. Las monedas de 10 y cinco pesos que lleguen a tus manos se deberán ir automáticamente a un garrafón o una alcancía. El objetivo es abrirlo a final del año. ¡Te sorprenderás de lo que puedes juntar! Hay gente que ha logrado ahorrar hasta tres mil pesos. No está mal para disfrutarlo en ropita o unas vacaciones en diciembre, ¿no?

Método de los seis sobres. Pon el 55% de tus ingresos a un sobre que tenga la etiqueta de gastos fijos, 10% en un sobre que diga formación, cursos y aprendizaje, 10% en el ahorro, 10% en inversiones, otro 10% en caprichos y 5% en donaciones. Las donaciones atraen la abundancia.

Ponte un límite. Modera tus gastos hormiga. Deja de gastar en el cafecito, en la torta de tamal, los tacos de canasta o el refresco y el gansito vespertinos. Si amas el café de la cafetería de la esquina, deja de pedirlo siete días de la semana, pídelo cuatro y después bájale a dos, hasta que tú en tu oficina te prepares tu propio café. Es muy fácil que al pagar con la tarjeta estos pequeños pellizquitos se vuelvan un dolor de cabeza si los tienes que pagar juntos al final del mes.

El Método 50-40-10. El 50% de tus ingresos se irá a pagar gastos fijos (renta, servicios, transporte, alimentos, deudas), 40% para gastos variables (diversión, un viaje no programado, alguna emergencia en casa) y el 10% para ahorrar. En los gastos variables es donde puedes todavía apretar las tuercas para ahorrar un poco más.

Paga siempre en efectivo. Este tip es para aquellos que no controlan el uso de la tarjeta de crédito. Recuerda que el crédito es dinero prestado que se tiene que pagar, no es una extensión de nuestro salario.

Nunca compres con el estómago vacío. Siempre que vayas a hacer el súper o el mandado al mercado ve después de haber comido, porque sino todo se te va a antojar y comprarás cosas que no necesitabas y que no tenías previstas.

Evita las compras de impulso. Analiza si lo que vas a comprar es un gasto o una inversión. Porque todo lo que compres te debe dar un costo-beneficio. Un tip adicional es que compares el precio de lo que quieres comprar en al menos tres o cuatro lugares, y después esperes 24 horas para tomar la decisión, para enfriar el impulso de compra. Quizás hasta se te habrán quitado las ganas de comprarlo.

@lady_varo

ladyvaro.fp@gmail.com

Si uno de tus propósitos de año nuevo es ahorrar aquí te dejaré algunas técnicas básicas para lograrlo sin remordimientos y sin que te cueste mucho trabajo.

El primer paso es estar convencido de querer hacer un cambio en tus finanzas personales. A partir de esto comencemos:

Tener un porqué. Tu ahorro debe tener una razón de ser, pregúntate ¿por qué quieres ahorrar? ¿para qué o qué quieres comprar con el dinero que ahorres? Lo más importante a la hora de empezar a ahorrar es que todo ese dinero o parte de esos recursos se van a ir a una inversión que puede ser una experiencia de viaje o algo material.

Redondea tus gastos. Acostúmbrate a redondear a tu favor. Si vas a hacer una compra de mil 350 pesos, redondéalo a mil 500 y ese piquito que quedo destínalo al ahorro. Ese dinero extra deposítalo en otra cuenta de débito o guárdalo en una caja fuerte donde te olvides de que existe y no lo puedas agarrar fácilmente. De momento puedes sentirte incomodo, pero con este método medirás tus gastos y pensarás dos veces si necesitas comprar eso o solamente lo deseas.

Págate a ti primero. La mayoría de tu sueldo ya tiene otro dueño. Por lo que en cuanto te llegue tu salario, toma el 10% y ahórralo. Deposítalo en una cuenta de inversión en el banco o deposítalo en una cuenta de débito, cuando tengas un monto mínimo para abrir una inversión (como 5 mil pesos), no lo dudes, ábrela. Haz crecer ese dinero.

Guarda el cambio. Las monedas de 10 y cinco pesos que lleguen a tus manos se deberán ir automáticamente a un garrafón o una alcancía. El objetivo es abrirlo a final del año. ¡Te sorprenderás de lo que puedes juntar! Hay gente que ha logrado ahorrar hasta tres mil pesos. No está mal para disfrutarlo en ropita o unas vacaciones en diciembre, ¿no?

Método de los seis sobres. Pon el 55% de tus ingresos a un sobre que tenga la etiqueta de gastos fijos, 10% en un sobre que diga formación, cursos y aprendizaje, 10% en el ahorro, 10% en inversiones, otro 10% en caprichos y 5% en donaciones. Las donaciones atraen la abundancia.

Ponte un límite. Modera tus gastos hormiga. Deja de gastar en el cafecito, en la torta de tamal, los tacos de canasta o el refresco y el gansito vespertinos. Si amas el café de la cafetería de la esquina, deja de pedirlo siete días de la semana, pídelo cuatro y después bájale a dos, hasta que tú en tu oficina te prepares tu propio café. Es muy fácil que al pagar con la tarjeta estos pequeños pellizquitos se vuelvan un dolor de cabeza si los tienes que pagar juntos al final del mes.

El Método 50-40-10. El 50% de tus ingresos se irá a pagar gastos fijos (renta, servicios, transporte, alimentos, deudas), 40% para gastos variables (diversión, un viaje no programado, alguna emergencia en casa) y el 10% para ahorrar. En los gastos variables es donde puedes todavía apretar las tuercas para ahorrar un poco más.

Paga siempre en efectivo. Este tip es para aquellos que no controlan el uso de la tarjeta de crédito. Recuerda que el crédito es dinero prestado que se tiene que pagar, no es una extensión de nuestro salario.

Nunca compres con el estómago vacío. Siempre que vayas a hacer el súper o el mandado al mercado ve después de haber comido, porque sino todo se te va a antojar y comprarás cosas que no necesitabas y que no tenías previstas.

Evita las compras de impulso. Analiza si lo que vas a comprar es un gasto o una inversión. Porque todo lo que compres te debe dar un costo-beneficio. Un tip adicional es que compares el precio de lo que quieres comprar en al menos tres o cuatro lugares, y después esperes 24 horas para tomar la decisión, para enfriar el impulso de compra. Quizás hasta se te habrán quitado las ganas de comprarlo.

@lady_varo

ladyvaro.fp@gmail.com

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